martes, 20 de diciembre de 2016

ESTEREOTIPOS

    Nuestro alumnado no llega al aula partiendo de cero, incluso las criaturas de las escuelas 0-3 vienen con una mochila de género determinada, ya tienen una idea de lo que es ser niño, lo que es ser niña. Estas ideas cada vez se van estereotipando más, porque estamos expuestos continuamente a mensajes que nos dicen lo que es ser hombre, lo que es ser mujer y esos mensajes, por lo general, están absolutamente estereotipados y responden a una idea simple de lo que es la masculinidad y la feminidad. Las personas estamos rodeadas de mensajes en los que se encasilla férreamente la diferencia entre hombres y mujeres, en un intento de que los estereotipos nos marquen y así diferenciar tanto los sexos, como las relaciones, como las profesiones, como el consumo, etc.

Estas mochilas de género estereotipado nos dicen que la masculinidad es: claramente heterosexual incluso homófoba, violenta, agresiva, aventurera, dinámica, exitosa, triunfadora, competitiva, muy activa sexualmente, consumista, carnívora, desaliñada, musculosa, deportista, independiente, protagonista, segura, prepotente, ambiciosa, …

Por el contrario la feminidad sería: cuidadora, sumisa, obediente, hermosa, arreglada, obsesionada por la belleza, débil, dependiente, maternal, limpia, familiar, trabajadora, objeto sexual, heterosexual en función del varón, cotilla, habladora, superficial, secundaria, cursi, solidaria, insegura, envidiosa, …

La coeducación tiene, por lo tanto, como objetivo principal prevenir la violencia machista desde la lucha contra el estereotipo, desde el análisis de nuestra realidad cotidiana con perspectiva de género, desde la presentación del catálogo de cómo ser un hombre igualitario, cómo ser una mujer por la igualdad. La coeducación, en resumen, supone equilibrar las mochilas de género con las que nos cargan desde la primera infancia.

viernes, 2 de diciembre de 2016



La violencia de género es la mayor expresión de desigualdad que puede sufrir una mujer

La violencia de género es la expresión más grave de la discriminación y de la situación de desigualdad de las mujeres, ya que se ejerce sobre éstas por el hecho de serlo. Es un problema que requiere para su erradicación de la implicación de toda la sociedad y de respuestas eficaces de todos los poderes públicos.

Andalucía, es referente en la lucha para erradicar un problema social de primera magnitud, ya nuestro Estatuto de Autonomía, recoge un fuerte compromiso al establecer, en su artículo 16, que las mujeres tienen derecho a una protección integral contra la violencia de género, que incluirá medidas preventivas, medidas asistenciales y ayudas públicas, siempre está a la vanguardia en el desarrollo normativo y de acciones, en el marco de las competencias que tiene asignadas.

Por ello, desde la Administración Publica hay un compromiso de lucha contra la violencia de género, la implicación de los y las responsables institucionales con la igualdad y en la erradicación de la violencia contra las mujeres, con su trabajo diario. Y es consciente de la importancia que tiene una intervención eficaz del personal público, con especialización y sensibilización.

Así con el fin de garantizar la formación y sensibilización adecuada del personal de la Administración de la Junta de Andalucía, en general, y, en especial, al personal responsable de la atención a las víctimas de violencia de género se ha elaborado por el IAAP en colaboración con la DG de Violencia de Género, una píldora formativa con el siguiente objetivo:

  • que todo el personal de la Junta de Andalucía, de acuerdo con su ámbito de competencias, tome conciencia de la necesidad de adquirir formación y sensibilización hacia la violencia de género;

  • que conozca los derechos de las víctimas de la violencia para prevenir, orientar y derivar a las instancias competentes los casos de violencia de género, para evitar la victimización secundaria;

  • se motive a profundizar en el conocimiento y avanzar en la formación más especializada.